Composición atmosférica
El Cambio Climático depende directamente de la composición de nuestra atmósfera, la cual, al ser finita, cambia en función del consumo de unos Gases Atmosféricos y de la producción de otros, los cuales se mezclan y con el tiempo homogenizan su composición.
Es decir, la atmósfera y su composición, son finitas en volumen y su composición puede ser modificada de manera natural y artificial, de forma que estos cambios afectan, en mayor o en menor medida a la biosfera que es donde vivimos todos.
A lo largo de la historia, los registros geológicos analizados muestran que la composición de nuestra atmósfera ha variado muchísimo en función de la actividad natural que se producía en cada momento. En la actualidad, la superficie de la Tierra tiende a tener una temperatura media constante que no varía en el tiempo, fundamentalmente debido a la propia composición de la atmósfera, por lo que la cantidad de radiación solar entrante y la de radiación terrestre saliente están en equilibrio, porque si no fuera así, se calentaría y/o enfriaría continuamente, rompiendo el equilibrio térmico.
La composición de la atmósfera terrestre permite mantener una temperatura en la biosfera apropiada para la vida. La regulación térmica depende de la cantidad de radiación entrante , de la saliente y de la retenida mediante el fenómeno natural conocido como Efecto Invernadero. Para ello es necesario que exista un equilibrio muy fino en la cantidad de GEI que son emitidos tanto de forma natural, como de forma antropogénica, para conservar su justa proporción y permitir el mantenimiento de la temperatura global de la biosfera.
En la actualidad, la atmosférica está compuesta fundamentalmente por los siguientes gases y proporciones a nivel de la superficie:
| Nitrógeno (N2) | 78,076% |
| Oxígeno (O2) | 20,937% |
| Argón (Ar) | 0,934% |
| Dióxido de Carbono (CO2) | 0,042% |
| Otros gases: Neón (Ne), Helio (He), Criptón (Kr), Hidrógeno (H2), Xenón (Xe), Metano (CH4), Ozono (O3), Óxidos de Nitrógeno (NOx), etc. | 0,004% |
Fuente: Atmósfera terrestre – Wikipedia, la enciclopedia libre
Como puede verse, los principales Gases de Efecto Invernadero, fundamentalmente el Gas Metano, Dióxido de Carbono y vapor de agua; que veremos en siguientes artículos, son de una concentración mínima respecto a los habituales, pero es impresionante el efecto radiativo que producen y su impacto en el Efecto Invernadero global.
